Mary Wollstonecraft, una mujer avanzada a su tiempo

Mary Wollstonecraft es conocida por muchos como «La abuela de Frankestein», ya que es madre de Mary Shelley, famosa por dar vida al moderno pormeteo. Pero en la figura de Wollstonecraft encontramos mucho más que su papel de madre y esposa. Esta considerada la primera feminista, y sus escritos sobre la igualdad entre hombres y mujeres, así como su estilo de vida, considerado escandaloso en su época, dejaron un legado que influyó en gran medida en el desarrollo del feminismo como lo conocemos hoy en día.

Los primeros años de Mary Wollstonecraft

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Ilustración de la novela gráfica «Mary Shelley»

Mary Wollstonecraft nació en Spintalfields (Londres) el 27 de abril de 1759. Era la segunda de 7 hijos, y de todos sus hermanos solo uno recibió educación formal para convertirse en abogado, ya que sus padres no podían permitirse pagar la escuela de todos sus hijos. El ambiente en la casa de los Wollstonecraft era opresivo y violento. El padre de Mary tenía problemas con el alcohol y maltrataba físicamente a su madre.

Mary, con un espíritu despierto y rebelde comenzó a estudiar por su propia cuenta, interesada especialmente en el papel de la mujer en la sociedad. Defendía la independencia de la mujer, e influyó en gran medida en la vida de sus hermanas menores. Abrió una escuela en Newington Green, junto con dos de sus hermanas y Fanny Blood, una de sus amistades. La muerte de Blood, sumado a problemas económicos, hizo imposible que la escuela continuara abierta, por lo que Wollstonecraft se marchó a Irlanda, donde trabajaría durante unos años como institutriz. Es entonces cuando empieza su sueño de convertirse en escritora, de transmitir sus ideales y teorías en forma de papel en vez de lecciones en las aulas.

Cansada de dedicar sus horas a la enseñanza, y ante las pocas oportunidades laborales que tenía una mujer de su clase y educación, decide mudarse a Londres y dedicar toda su energía en escribir libros. Ayudada del editor liberal Joseh Johnson, comenzó trabajando traduciendo textos y realizando reseñas, una oportunidad estupenda, ya que le permitía ampliar su conocimiento del francés y el alemán, además de leer y reflexionar sobre otros puntos de vista, ampliando su universo intelectual.

Un nuevo rumbo en su vida

Es durante esta época en la que inicia una relación con Henry Fuseli, a pesar de que este estaba casado. Mary Wollstonecraft se enamoró profundamente de Fuseli, de su intelecto y amabilidad. Ante la imposibilidad de que Fuseli dejara a su mujer, Mary propuso que vivieran los tres juntos, en una pequeña burbuja de felicidad circular. Sin embargo, tanto Fuseli como su esposa se mostraron horrorizados de la propuesta, y los rumores comenzaron a expandirse en la alta sociedad de Londres, por lo que Mary decidió viajar a Francia, interesada en vivir de primera mano la Revolución Francesa.

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Ilustración de la novela gráfica «Mary Shelley»: matrimonio entre Wollstonecraft y Godwin

En Francia conoció y se enamoró de Gilbert Imlay, aventurero americano. Fruto de esa relación nació la primera hija de Mary, a la que llamó Fanny, en honor de su vieja amiga. Durante el tiempo que estuvo en Francia se dedicó a escribir una crónica de todos los sucesos políticos que vivía, colaborando con varios periódicos. El clima político empeoró, e Imlay, cansado de la vida hogareña y de la paternidad se marchó, por lo que Mary decidió volver a Londres, donde caería en una profunda depresión que la llevaría a intentar suicidarse.

Con el tiempo, Wollstonecraft superó la ruptura de Imlay y volvió a enfocarse en la producción literaria, reencontrándose con Joseph Johnson y su círculo de amigos intelectuales. Es entonces cuando conoció a William Godwin, con quien inició una tentativa amistad que se convertiría en un apasionado amorío. Godwin y Wollstonecraft decidieron vivir juntos, pero separados, comprando dos casas adosadas de manera que ambos pudieran mantener su independencia. A menudo se comunicaban por cartas.

Los últimos días

Al poco tiempo Mary quedó embarazada, por lo que decidieron casarse para evitar que su futura hija fuera ilegitima. El 30 de agosto de 1797, Wollstonecraft dio luz a Mary Godwin, que con los años se convertiría en Mary Shelley y escribiría uno de los libros más conocidos de la literatura universal. En el parto tuvo problemas y Mary Wollstonecraft murió solo unos días después. Se conservan muchos de sus escritos y publicaciones, así como algunas de sus cartas. Y Godwin publicó un año después de su muerte unas memorias sobre su relación con Mary.

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La filosofía de Mary Wollstonecraft

Las obras principales publicadas por Mary tienen como punto central la mujer y la lucha por la independencia. En todos sus textos, remarca la importancia de la educación igualitaria. Cualquier avance que se pudiera conseguir debía estar impulsado por el conocimiento y el aprendizaje. Defendía que las mujeres tenían los mismos derechos a la hora de educarse que los hombres. No solo tenían derecho a acudir a las escuelas y universidades, sino que también deberían estudiar las mismas materias que los hombres y no recluirlas a materias consideradas “de mujeres”.

Se consideraba que debían separarse a los niños y a las niñas desde que comenzaban la escuela, ya que se consideraba que los intereses y capacidades estaban determinados biológicamente, por lo que una niña no sería capaz ni estaría interesada en aprender los mismos conocimientos que los niños. Mary, por su parte, defendía el principio de igualdad, según el cual, si se les daba la oportunidad, las niñas serían capaces de estudiar e interesarse de los mismos temas que estudiaban sus compañeros y viceversa. Pero este principio de igualdad no debía detenerse solo en las escuelas, decía Wollestonecraft, sino que debía continuar donde la vida adulta. Debían romperse los roles tradicionales de masculinidad y feminidad para ampliar los horizontes no solo de las mujeres, sino también de los hombres.

La teoría convertida en realidad

Una de las cosas más destacables de Mary Wollstonecraft es que vivía acorde con sus teorías. No solo defendía y escribía sobre la igualdad, también intentaba aplicarla en todos los aspectos de su vida (en medida que la sociedad se lo permitía). Cuando abrió la escuela junto con sus hermanas enseñaban sus alumnas latín, economía, filosofía, o cualquier materia que considerasen interesantes, incluso si se consideraban “masculinas”.

También podemos ver fragmentos de su pensamiento en cómo encaraba sus relaciones amorosas. Como cuando sugirió a Fuseli y a su esposa vivir los tres juntos, causando el escándalo en la sociedad londoniense. O su relación con Imlay, con el que nunca se casó. Y definitivamente con Godwin, con el que sí se casó, pero del que mantuvo su independencia, viviendo en casas separadas.

Es de admirar pues, que una mujer de su clase y en la época en la que vivía pudiera superar los retos y limitaciones que le imponía la sociedad (que no eran pocos) y convertirse en uno de los referentes del feminismo más importantes.

Si queréis leer más sobre esta increíble mujer, que pensó, escribió y vivió adelantada a su tiempo os recomendamos leer el artículo de Filco sobre Mary Wollstonecraft y el feminismo. Además en nuestra novela gráfica sobre Mary Shelley encontramos referencias abundantes a Wollstonecraft y cómo su pensamiento y muerte influyeron en la vida de la madre de Frankestein

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