Para aquellos que no lo conozcan, Jun Matsuura es un dibujante barcelonés de ascendencia japonesa con un largo recorrido como ilustrador en nuestro país.
Si bien su trabajo más estable ha sido dentro del ámbito del cine como dibujante de storyboards (en películas tan reconocidas como Rec 2, 3 y 4; A tres metros sobre el cielo; Los ojos de Júlia o la Casa Kovak entre otras), no ha sido el único, destacando también en el género de la novela gráfica con Frau Tovarich (Ediciones La Cúpula, 2009) y su continuación, Lili Marleen.
Paralelamente a todos estos proyectos, de sus lápices también surge La muerte de Sócrates, para el sello gráfico La otra h, de Herder Editorial, en donde Matsuura nos relata los últimos días del sabio griego. Sin duda que, a la fecha, éste ha sido uno de los proyectos más ambiciosos dentro de La Otra H.
Sobre este libro y su desarrollo, charlaremos con Jun.
Oh!: ¿Cómo surgió el proyecto de abordar la vida de un personaje como Sócrates?
Jun Matsuura: Me fue propuesto por la editorial (Nota del Editor: Teníamos tantas ganas de hacer un manga propio, que buscamos a alguien que estuviese a la altura 😉 )
Oh!: ¿Estabas familiarizado con el personaje? ¿Te supuso alguna reticencia enfrentarte a plasmar la vida de una figura cultural del tamaño de Sócrates?
J.M.: La verdad es que conocía muy poco la figura de Sócrates, por lo que el aceptar el proyecto, me imponía mucho respeto. Pero era una buena oportunidad para mí para acercarme al personaje e ir aprendiendo sobre éste.
Oh!: ¿Desde tu punto de vista, a qué público dirías que va dirigida? (académicos, amantes de la filosofía, personas ajenas a la misma que puedan, a través de ella, empezar a interesarse por la misma, etc.)
J.M.: Hice este manga con la idea de crear una herramienta a modo de un primer acercamiento al personaje ( y a la filosofía) de Sócrates. Para personas no familiarizadas con la filosofía, este formato deviene ligero, más entretenido, y me gustaría personalmente que pudiera llegar a ser un portal para -una vez leído-, animar a dar el paso siguiente; es decir, a libros más especializados (N. del E. o incluso las obras originales).
Oh!: Pese a que Sócrates no escribió nada en su vida, la documentación e influencia de sus ideas no tiene parangón en la historia de Occidente. ¿Qué obras son las que has usado para trazar la línea argumental de la novela?
J.M.: Básicamente seguí los escritos de Platón. Al ser un campo nuevo también para mí, utilicé todo lo que pude encontrar; documentales, películas, etc. También me fue importantísima la ayuda de amigos conocedores del mundo de Sócrates (N. del E. De hecho, alguno de ellos fue dibujado para recrear el rostro de algún personaje griego dentro del manga).
Oh!: ¿Por ejemplo?
J.M.: Cuando firmamos el proyecto, justamente estaba en el teatro la obra de Josep María Pou “Sócrates, juicio y muerte a un ciudadano”, que fui a ver de inmediato; pues tenía mucho interés en observar los trabajos sobre él, pero a nivel visual, interpretativo. En esa línea di también después con la película de Rossellini, que también me ayudó mucho.
Oh!: El libro aborda más la figura de Sócrates como un personaje público que la filosofía que le hizo famoso. ¿Qué características has tratado de destacar de él? ¿Cuál es, a tu juicio, la que mejor lo define?
J.M.: Para mí, lo que más resalta sobre Sócrates, es el ser sabedor de sus propios límites, y hacer filosofía sobre ello. Realista, y extremadamente coherente llegado el momento del juicio. Aunque a veces uno duda de hasta qué punto su actitud era ingenua, o si tenía un punto petulante… me queda claro que su actitud innovadora, [lo que ahora conocemos como] su filosofía, es inmarcesible.
Oh!: Convertir textos de filosofía en viñetas implica (como todos las adaptaciones transmediáticas) una traducción del contenido y por lo tanto una interpretación propia del mismo. ¿Dónde te has visto obligado a elegir y/o descartar entre uno y otro sentido del contenido?
J.M.: Sin duda [ha sido] la parte más difícil. Las obras de Platón son muy completas y, a mi modo de ver, muy ricas en detalles y sobretodo en el diálogo. Teniendo en cuenta los límites obvios cuando uno se enfrenta a un proyecto así, tuve que descartar siguiendo una escala de prioridades. Sintetizar y buscar que el mensaje no se perdiera.
Oh!: Una de las mayores bazas de la colección, en nuestra opinión, es que permite acercarse a obras y figuras míticas de la literatura, la ciencia y la filosofía de una manera más cercana, sencilla y fluida, gracias a las características narrativas que ofrece el cómic. ¿Qué ventajas ves en este formato que no ofrece, por ejemplo, el libro de toda la vida?
J.M.: Pues ya las mencionas bien en la pregunta. Si puedo añadir algo a la lista de ventajas ya mencionadas, es que tal vez, y por éstas mismas, el soporte gráfico pueda bajar la media de edad del lector. También ofrece la oportunidad de adentrarse en el campo a las personas para cuyo mundo el cómic/manga es prioritario. Y tal vez a aquellas a las que el libro de toda la vida les pueda dar más pereza.
Oh!: ¿Cuáles son las desventajas? ¿Dónde te ha limitado el hecho de “tener que” narrar a través de imágenes?
J.M.: Hablando con un amigo (y salvando las diferencias), lo comparé con el proceso de creación de una película. Me he visto obligado a hacer una selección, lo que automáticamente implica la supresión de pasajes y situaciones. Y dada la densidad del personaje, con eso tenía que ir con sumo cuidado.
Oh!: ¿Qué otros personajes ‘famosos’ podremos encontrar en la obra?
J.M.: Critón, el que más; ya que sigue el juicio a Sócrates, pero también protagoniza el escrito con su mismo nombre, al que aquí hice hincapié. Naturalmente podemos ver a Meleto, su acusador, a Platón, que también está presente en el juicio, y otros de los nombres vinculados a la vida del filósofo como Cármides, Querofonte, su mujer Jantipa.
Oh!: Al escuchar tu nombre algún lector puede llamarse a engaño sobre tu origen y estilo, pues naciste en Barcelona y tu técnica es más cercana a la de otros autores occidentales, con un dibujo más detallado y una narración más profunda. ¿Cuáles fueron tus influencias a la hora de coger el lápiz?
J.M.: Pese a haber estudiado otras técnicas, el lápiz ha sido para mí, la herramienta de siempre. La que desde pequeño cogía y pasaba horas garabateando mientras escuchaba cualquier cinta de cassette (al principio) y luego CDs que encontraba por casa. También he conseguido que éste me permita explicar/dibujar todo tipo de situaciones, de una forma muy libre y ya cómoda.
Oh!: Una buena parte de tu labor profesional la has llevado a cabo en el mundo del cine, como dibujante de storyboards. ¿Hay muchas diferencias en cuanto a técnica narrativa entre un mundo y otro? ¿Ha tenido esto alguna influencia en La muerte de Sócrates?
J.M.: Supongo que eso dependerá siempre de a quién se le pregunte. Pero desde mi punto de vista, son dos mundos que se enriquecen mutuamente. Del story, al trabajar con diversos directores con ideas propias y diferentes narrativas, aprendo nuevos enfoques, planos, que luego adapto para mi trabajo propio. Por otro lado, la práctica constante al dibujar cómic (lo he hecho siempre desde crío), hace que en el story tenga ligereza y pueda trabajar a un ritmo muy satisfactorio.
Oh!: Muchas veces, cuando leemos la historia publicada, los lectores nos quedamos con ganas de más, de saber cómo se gestó esa obra. En tu caso, ¿cuál ha sido el proceso de creación de esta novela?
J.M.: En primer lugar, tenía que conocer a Sócrates. Así que empecé a buscar lecturas, los textos de Platón, hablé con amigos muy familiarizados con la figura, y poco a poco fui haciendo el “storyboard” del libro. Eso me permitía tener lo que para mí era el “guión”, y una visualización de cómo sería la historia. Como hemos mencionado antes, iba encajando lo que creí imprescindible. Una vez claro, empecé a pasarlo al dibujo final.
Oh!: ¿Qué resultado estás tratando de conseguir en el lector? ¿Una visión general de la figura de Sócrates? ¿Una visión del drama humano que supuso su condena y muerte?
J.M.: Exactamente. Una visión general para los que, como yo cuando empecé, no conocíamos más que el nombre y puntos muy básicos, como la existencia de un juicio, y poco más. Sobre lo de la condena, precisamente, quería también mostrar un factor que a mí me impresionó mucho, que es lo consecuente y coherente que fue con sus principios al recibirla.
Oh!: Pues sin duda que has hecho todo un trabajo Jun. Esperamos que hayas disfrutado de tu trabajo y te deseamos el mejor de los éxitos con esta nueva obra.