El nombre y la vida de Rosa Parks está inevitablemente enlazado a la lucha social antirracista. Y es que su negativa a ceder su asiento a una persona blanca, yendo en contra de las leyes segregativas de la época, inició una revolución que cambiaría las leyes de todo el país. Pero la contribución de Parks al activismo antirracista no se limita a esa tarde de diciembre en la que decidió no dejarse tratar como una ciudadana de segunda. Si leemos la biografía de Rosa Parks vemos que dedicó su vida a la lucha por los derechos civiles igualitarios y antirracistas.
Cómo empezó todo
Rosa Parks nació el 4 de febrero de 1913 en Tuskegee, Alabama. Cuando tenía dos años sus padres se separaron y su madre y ella se mudaron con sus abuelos maternos, que le inculcaron desde muy pronto un fuerte sentido por la igualdad racial. No es de extrañar, pues ambos eran ex esclavos, y vivían en un momento histórico en la que había grandes desigualdades sociales causadas por el color de la piel.
Rosa Parks creció en una época en la que el Ku Klux Klan amenazaba abiertamente a los ciudadanos negros. Parks fue a escuelas segregadas, cada día tenía que caminar al viejo edificio de su escuela, mientras que los niños blancos de su edad iban en autobús escolar proporcionado por el ayuntamiento.
Cuando cumplió 16 años su situación en casa se complicó, pues su madre se enfermó, por lo que Parks tuvo que abandonar la escuela para atender a su madre y a su abuela, que tampoco estaba bien de salud. Poco tiempo después comenzó a trabajar como costurera en una fábrica de camisas de Montgomery.
En 1932, con 19 años, se casó con Raymond Parks. Con el apoyo de su marido, Rosa Parks pudo completar sus estudios y obtener su título en secundaria. Es entonces cuando empezó a involucrarse de manera más activa en la lucha por los derechos civiles, uniéndose al NAACP (La Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color), de la que su marido ya era miembro.
Rosa Parks, su marido, y miles de ciudadanos negros se tenían que enfrentar cada día a leyes que les ponían como ciudadanos de segunda, los espacios públicos eraban segregados por motivos raciales, y cualquiera que fuera en contra de las leyes era detenido y penalizado.
La negativa que cambiaría el mundo
El 1 de diciembre de 1955, cuando Rosa Parks tenía 42 años y llevaba gran parte de su vida participando en el movimiento de derechos humanos, se subió al autobús a la salida del trabajo, como cualquier otro día, sin mayor intención que volver a casa junto a su marido. Pero cuando el conductor de autobús le exigió que abandonara su asiento para cedérselo a un pasajero blanco, Parks decidió negarse.
Su negativa no fue planeada, pero llegó en el momento justo para poner en marcha un movimiento que cambiaría las leyes de todo el país. Durante un tiempo ya se vivía en un clima de tensión, en la que los ciudadanos negros de Montgomery ya estaban cansados de agachar la cabeza. Tan solo unos meses antes Claudette Colvin, una joven de 15 años también se había negado a ceder su autobús a una persona blanca, siendo denunciada por ello.
Fue el acto de Claudette Colvin, unido al de Rosa Parks, y a años de tensión social causada por las leyes racistas lo que daría pie al boicot de los autobuses de Montomery, en la que miles de personas se negaron a utilizar el transporte público, haciendo perder millones de dólares a las compañías de autobuses, por lo que finalmente el gobierno tuvo que eliminar las leyes segregativas.
Lo que pasó después
Rosa Parks no pretendía convertirse en la cara de una revolución, pero su papel en el boicot, así como su lucha activa por la igualdad racial a lo largo de toda su vida le llevaron a que la NAACP le otorgara su reconocimiento más alto: la medalla Spingarn, y más tarde el Premio Martin Luther King Jr.Sin embargo, sus actos tuvieron consecuencias en su vida privada, después del arresto y el boicot, tanto ella como su marido perdieron sus trabajos, y tuvieron que mudarse a Detroit, donde residía la madre de Rosa Parks.
Pero esto también les ofreció nuevas oportunidades. Rosa Parks comenzó a trabajar como secretaria y recepcionista en la oficina del Congreso del Representante de los Estados Unidos, John Conyer.
Tras el fallecimiento de su marido, en 1977, Rosa Parks, junto con su amiga Elaine Eason Steele, fundó el Rosa and Raymond Parks Institute for Self-Development, dedicado al desarrollo personal. Gracias a toda una vida dedicada al activismo antirracista, Rosa Parks recibió la Medalla de Oro del Congreso de los Estados Unidos en 1999. Parks falleció en 2005, a la edad de 92 años, a causa de un infarto.