Mary Shelley, autora del monstruo emblemático de la literatura universal Frankenstein, la encarnación del miedo de ser humano a lo desconocido y lo diferente.
Que la vida de Mary Shelley iba a ser especial parecía marcado desde su nacimiento. Hija de Mary Wollstonecraft, precursora del feminismo, la primera filósofa feminista de la historia, y de William Godwin, escritor, filósofo y político anarquista; su llegada al mundo, el 30 de agosto de 1797 en Londres, supuso el principio del fin para la vida de su madre: la placenta se infectó durante el parto y esta murió días después por una septicemia.
A partir de ese momento, la pequeña Mary crece sin su madre al lado, pero rodeada del pensamiento y el ambiente de intelectualidad que ella y su padre habían tenido. El libro Mary Shelley. El sueño eterno, que ahora publica la otra h, nos acerca a su figura para que todos podamos conocer su biografía, sus ideas y su obra.
Su madre, la escritora y filósofa Mary Wollstonecraft, autora de Vindicación de los derechos de la mujer, una de las primeras obras feministas de la historia, causó un gran revuelo en la época. Fue un ejemplo de la búsqueda de la independencia, que trató de contagiar a las mujeres de su tiempo, pero también a las generaciones que estaban por venir, incluida su hija.
La vida de Mary Shelley es un constante escape del conformismo del momento, repleta de encuentros habituales con importantes artistas y escritores. A los diecisiete años, se escapa a Francia con su futuro marido, el poeta romántico Percy Bysshe Shelley, y a partir de entonces los dos viajan a Europa en compañía de Claire, hermana de Mary por parte de padre, y la pareja de esta, el famoso Lord Byron.
En 1816, los cuatro se alojan en Villa Diodati, en el lago Lemán, junto con el médico y escritor John Polidori. Para distraerse en los días de lluvia, se desafían a escribir una historia que despierte verdadero terror. Mary Shelley, que entonces tiene diecinueve años, crea uno de los monstruos que pasará a la historia de la literatura universal, Frankenstein, o el moderno Prometeo, la encarnación del antiguo miedo del ser humano a lo desconocido y lo diferente.
«Cuántas cosas sabríamos si el miedo o el error no frenasen nuestras investigaciones!» Mary Shelley.
No podemos decir que Mary Shelley fuera filósofa en el sentido estricto de la palabra, pero sí que hay en su obra un trasfondo filosófico propio. En sus textos se observa una crítica a la sociedad y el patriarcado de su época, al modelo político, a la revolución industrial y a la revolución científica. Frankestein, o el moderno Prometeo (que fue publicada inicialmente de forma anónima en 1818)reflexiona sobre los límites del progreso y la innovación y sobre qué pasa si no hay ética en el uso de la ciencia. Un tema de plena actualidad.
Los autores
Manuela Santoni es ilustradora. Nació, vive y trabaja en la provincia de Roma. Después de haber ido al Liceo Artístico se matriculó en la Facultad de Letras y Filosofía de la Università degli Studi di Roma La Sapienza, donde en 2012 se licenció en Historia del Arte. Al mismo tiempo asistió a la Scuola Romana dei Fumetti y en 2013 fue seleccionada para el Máster anual de Ilustración Ars in Fabula en Macerata. Desde 2017 es profesora en la escuela Pencil Art de Roma. Ha ilustrado libros de narrativa para niños y ha publicado Jane Austen y Las hermanas Brontë, de próxima aparición en la otra h.
Alessandro di Virgilio, autor del texto, nació en Nápoles (Italia), pero vive y trabaja en un pueblo de Sabina. Ha escrito libros en diferentes editoriales y también trabaja en publicaciones de venta en quioscos.